La verdad es que Dune Awakening es un juego que esperaba con muchas ganas. La idea de poder disfrutar del universo único de esta franquicia en un juego de rol multijugador me generó una gran expectación, pero tras conocer que este iba a ser desarrollado bajo el Unreal Engine 5 me surgieron muchas dudas, sobre todo por los problemas que este motor suele dar en juegos de tipo mundo abierto.
He tenido la oportunidad de probarlo durante varios días tras su lanzamiento, aunque por desgracia no he podido dedicarle todo el tiempo que me habría gustado, así que no me parece justo escribir un análisis completo, porque solo he arañado la superficie del basto mundo que ofrece Dune Awakening.
Con todo, sí que he jugado los suficiente para poder compartir con vosotros mis impresiones a nivel jugable y técnico, y para ofreceros un primer contacto que os ayudará a descubrir si este juego merece la pena, si ha estado a la altura o si por el contrario ha quedado como un buen intento.
Qué necesitamos para jugar a Dune Awakening
Requisitos mínimos
- Windows 10 de 64 bits o superior.
- Procesador Intel Core i5-7400 o Ryzen 3 1200. Cuatro núcleos.
- 16 GB de RAM.
- Tarjeta gráfica GeForce GTX 1060 de 6 GB o Radeon RX 5500 XT.
- 60 GB de espacio libre en una unidad SSD.
Requisitos recomendados
- Windows 10 de 64 bits o superior.
- Procesador Intel Core i5-8600K o Ryzen 5 2600. Seis núcleos.
- 16 GB de RAM.
- Tarjeta gráfica GeForce RTX 2070 o Radeon RX 6600 o Intel Arc A750.
- 75 GB de espacio libre en una unidad SSD.
Dune Awakening no es muy exigente para ser un juego basado en el Unreal Engine 5. Se deja jugar bastante bien incluso en PCs que solo cumplan los requisitos mínimos (1080p y calidad baja). Tiene opciones de configuración gráfica para portátiles y PCs de baja potencia, y además nos permite utilizar diferentes tecnologías de reescalado, así que podemos ajustar la la configuración gráfica para hacer que funcione con fluidez incluso con una GeForce GTX 1060.
Si tenemos un PC con una GeForce RTX 2070 o una Radeon RX 6600 el salto es significativo. Podremos jugar en 1080p con calidad alta sin problemas de fluidez, aunque lo ideal para jugar con esa configuración es una GeForce RTX 4060 o Radeon RX 7600. Para 1440p lo ideal es una GeForce RTX 4070 o Radeon RX 7800 XT, y para 4K es recomendable tener una GeForce RTX 5070 o una Radeon RX 9070.
Con una GeForce RTX serie 40 tendremos la posibilidad de activar DLSS 4 y generación de fotogramas en modo x2, y con una GeForce RTX 50 podremos utilizar multigeneración de fotogramas en modo x4. Estas tecnologías marcan una gran diferencia, y gracias al soporte de NVIDIA Reflex podemos reducir el impacto que la generación de fotogramas tiene en la latencia.
Equipo de pruebas
- Placa base GIGABYTE X670E AORUS Master.
- Procesador Ryzen 7 7800X3D con 8 núcleos y 16 hilos a 4,5 GHz-5 GHz, modo normal y turbo. Tiene 8 MB de caché L2 y 96 MB de caché L3.
- Pasta térmica Corsair XTM70.
- Kit de memoria RAM Corsair Vengeance RGB de 64 GB en dos módulos de 32 GB a 6.000 MHz con latencias CL30.
- Sistema de refrigeración líquida todo en uno Corsair iCUE H150i ELITE LCD XT con radiador de 360 mm y tres ventiladores de 120 mm.
- Tarjeta gráfica GeForce RTX 5090 Founders Edition.
- Tarjeta de sonido Sound BlasterX AE-5 Plus.
- SSD PCIe NVMe Samsung 980 Pro de 2 TB.
- Fuente de alimentación Corsair HX1500i de 1.500 vatios con certificación 80 Plus Platinum.
- Sistema operativo Windows 11.
Valoración a nivel técnico y jugable
Dune Awakening tiene un arranque discreto y bastante genérico. La historia no es nada del otro mundo, pero Funcom ha conseguido recrear a la perfección la ambientación y la estética del universo Dune, dando forma a un Arrakis que no te dejará indiferente.
En este sentido hay que destacar otro aspecto importante, y es lo bien representada que está la hostilidad de Arrakis en el juego. No falta nada, tenemos tormentas de arena, un calor abrasador que nos obligará a hacer todo lo necesario para poder hidratarnos, lucha de poderes, vehículos y, como no, gusanos de arena que portan la codiciada especia.
El componente de supervivencia es bastante amigable y no resulta demasiado complicado. Cosas como la hidratación y la alimentación energética de nuestro refugio para evitar que una tormenta de arena lo destruya acaban dando mucho juego. Podemos conseguir combustible fácilmente, así que no llega a ser tedioso en ningún momento.
Las distintas localizaciones, con naves estrelladas, ciudades y guaridas de saqueadores cargadas de botín nos animan a explorar, y el sistema de construcción y de fabricación está muy bien integrado, y nos anima a explorar con frecuencia para conseguir los materiales y los objetos que necesitamos. Todo es muy intuitivo, se ha unido perfectamente a la historia a modo de «tutorial».
El sistema de investigación y de creación de bases y objetos nos permite hacer muchas cosas, desde fabricar un simple botiquín hasta crear un rifle de asalto, una moto de arena o incluso una base cargada de estaciones y bases de trabajo. Conforme avanzamos en el juego podremos pasar de tener una guarida sencilla a crear una base enorme llena de comodidades donde podremos guardar materiales y vehículos.
La jugabilidad parte de un enfoque clásico que combina armas de fuego y cuerpo a cuerpo con habilidades especiales, que dependerán de la clase que hayamos escogido, todo ello con una cámara en tercera persona. Dune Awakening se deja jugar de maravilla, no tiene una curva de aprendizaje compleja, y el juego nos va guiando a la perfección con el desarrollo de la historia.
Los combates son dinámicos, la exploración está bien planteada y se asienta bajo el concepto de colocar recompensas concretas en zonas específicas (materiales, principalmente). Algunas de esas zonas a explorar tienen un tamaño considerable, y cuentan historias tanto de forma directa, a través de grabaciones disponibles para escuchar, como de forma indirecta, recurriendo a la escenografía.
A nivel técnico, Dune Awakening no está nada mal. Los escenarios rayan a un buen nivel el mundo es muy amplio, y tanto el modelado como el texturizado están a la altura de lo que cabe esperar de un juego basado en el Unreal Engine 5. Sin embargo, la geometría en los detalles más pequeños es bastante simple, y se puede diferenciar claramente entre una geometría de primera y otra de segunda.
Por ejemplo, el modelado del personaje principal es excelente, los enemigos y la geometría más grande mantienen el nivel, pero este va decreciendo en función del peso que tienen otros elementos en la escena, como los objetos, las rocas de menor tamaño y la vegetación. Es algo comprensible, ya que al final reducir la geometría es fundamental para evitar problemas de rendimiento.
Los efectos gráficos tienen detalles muy trabajados, como el movimiento de la arena durante las tormentas, y los ciclos de día y noche esta perfectamente integrados, pero los efectos de iluminación y las sombras tienen margen de mejora, sobre todo en interiores. Podemos mejorar la iluminación activando Lumen, pero tiene un impacto importante en el rendimiento y tampoco logra resolver todos los problemas.
Y hablando del rendimiento, en las transiciones entre zonas he notado pequeños tirones que indican claramente un proceso de carga, pero no he tenido problemas de stuttering, así que una cosa compensa a la otra, y con creces, porque prefiero unos pequeños parones antes de llegar a una zona con enemigos y una sección cargada de botín a cambio de no tener luego problemas de fluidez.
Conclusión: ¿vale la pena Dune Awakening?
Sin duda, sobre todo si eres fan del universo Dune o si te gustan los juegos MMO con un toque de superviviencia, construcción de bases y desarrollo del personaje. Es cierto que Dune Awakening tiene cosas mejorables, sobre todo a nivel técnico, pero en general Funcom ha hecho un buen trabajo, especialmente en el plano jugable.
No importa si tienes experiencia con este tipo de juegos o si eres un recién llegado, Dune Awakening es muy asequible desde el principio, y está diseñado para llevar al jugador de la mano mientras se acostumbra al modelo de investigación, fabricación y creación de objetos, y también de construcción de bases.
Eso hace que el jugador no se sienta abrumado, y que al mismo tiempo tenga un sentido real de progresión en el juego, porque esas tareas se vinculan al modo historia. También ofrece, conforme avanzamos en el juego, una profundidad y una complejidad cada vez mayor, algo que sin duda gustará a los jugadores más avanzados.
Dune Awakening es un juego con un buen acabado técnico, está bien optimizado y resulta muy divertido y adictivo. Me ha dejado muy buen sabor de boca, y aprovecho para jugarlo siempre que tengo un poco de tiempo. Recomendable.
La entrada Dune Awakening, primer contacto: adictivo se publicó primero en MuyComputer.