Hay una tensión clásica en el mundo del videojuego: escoger entre la fluidez de una alta tasa de refresco y la nitidez de una resolución superior. Durante años, esta elección implicó renunciar a una de las dos. Pero los avances en paneles, conectividad y diseño han empezado a desdibujar esa frontera. Y justo ahí, donde antes se debía escoger, algunos fabricantes ahora proponen un “todo en uno” sin compromisos.
AOC, uno de los nombres más reconocibles del ecosistema gamer, ha lanzado tres nuevos modelos de la serie G4/G42 que buscan ofrecer lo mejor de ambos mundos: tasas de refresco que alcanzan los 300 Hz con resolución QHD. Se trata de los AOC GAMING Q25G4SR, Q27G4ZR y Q27G42ZE, todos equipados con paneles Fast IPS y orientados al juego competitivo, pero con matices que los diferencian en precio, prestaciones y formato.
El modelo más llamativo es sin duda el AOC Q25G4SR. Con 24,5 pulgadas y resolución 2.560×1.440, es una rara avis en el mercado: un monitor compacto con definición QHD, lo que se traduce en una excelente densidad de píxeles de 119,89 ppp. Su frecuencia de refresco alcanza los 300 Hz y sus tiempos de respuesta bajan hasta 1 ms GtG y 0,3 ms MPRT con reducción de desenfoque (MBR), lo que garantiza una experiencia visual extraordinariamente fluida. Está equipado con soporte DisplayHDR 400, dos puertos HDMI 2.1 y un DisplayPort 1.4, lo que lo hace plenamente compatible con consolas de nueva generación y tarjetas gráficas actuales.
A ello se suma un diseño funcional con soporte ergonómico ajustable en altura, inclinación y giro, ideal para configuraciones exigentes. AOC ha sabido mantener el equilibrio entre rendimiento y funcionalidad en un formato poco habitual, convirtiendo este modelo en una elección excelente para jugadores que buscan lo máximo en un espacio reducido.
El AOC Q27G4ZR sube a las 27 pulgadas, manteniendo la resolución QHD y una frecuencia de refresco base de 240 Hz, ampliable hasta 260 Hz. Ofrece un conjunto muy equilibrado: altavoces estéreo de 2 W, brillo de 400 cd/m², soporte HDR400 y el mismo tiempo de respuesta ultrarrápido que su hermano menor. El panel Fast IPS asegura colores vivos y ángulos de visión amplios, mientras que la conectividad con dos HDMI 2.0 y un DisplayPort 1.4 cubre con solvencia las necesidades actuales del gamer medio.
Su diseño también incluye soporte totalmente ergonómico y una estética sobria, con biseles finos y acabado mate. Es un modelo que no sacrifica en prestaciones clave y se posiciona como una opción muy sólida para quienes priorizan rendimiento sostenido en pantalla grande, sin necesidad de llegar a cifras extremas de frecuencia.
Por último, el AOC Q27G42ZE se presenta como una versión simplificada del anterior, pensada para quienes buscan lo esencial con una buena relación calidad-precio. Mantiene los 240 Hz de base y 260 Hz como frecuencia máxima, el panel Fast IPS y los tiempos de respuesta competitivos, pero prescinde de extras como altavoces integrados o soporte HDR. Su soporte solo permite inclinación, y la conectividad se limita a un HDMI 2.0 y un DisplayPort 1.4. El brillo también es algo inferior, quedándose en 300 cd/m².
Aun con estos recortes, este modelo cumple con creces para jugadores centrados en el rendimiento puro. La cobertura del 123,6% del espacio sRGB lo hace más que apto para contenido visual, y el diseño sin marcos laterales mantiene la coherencia estética con el resto de la gama.
Con estos tres lanzamientos, AOC demuestra su capacidad para responder a distintas necesidades del jugador moderno, ya sea el entusiasta del rendimiento compacto, el usuario que busca equilibrio o quien prioriza una opción competitiva sin renunciar a los estándares clave. Una gama que entiende que el buen rendimiento no siempre requiere irse a los extremos. A veces, la clave está justo en el punto medio.
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