El gigante del chip va a por todas con Intel Nova Lake-S, la generación de procesadores de consumo general que sucederá a Arrow Lake-S. Esta nueva generación supondrá una renovación total, porque utilizará un socket diferente (LGA1954), estará basada en dos arquitecturas nuevas (Coyote Cove y Artic Wolf) y utilizará un nuevo nodo de fabricación (Intel 18A según los primeros rumores).
Teníamos tanta información sobre Intel Nova Lake-S que hace poco compartimos con vosotros un especial donde hicimos una gran recopilación con todo lo que sabemos, pero ahora han aparecido nuevos detalles que nos han resuelto muchas de las dudas que teníamos sobre estos nuevos procesadores, sobre todo a nivel de diseño y de distribución interna de los chiplets.
Diseño interno: Intel Nova Lake-S mantiene la división en bloques
Lo primero que debemos tener claro es cómodo estarán diseñados los procesadores Intel Nova Lake-S. Estos mantienen el diseño basado en tiles o bloques que vimos en Intel Arrow Lake-S, pero en total veremos cinco tiles, sin contar con los tiles de relleno necesarios para completar la estructura y la correcta implementación del empaquetado.
El bloque superior integra la GPU, que tendrá hasta 32 unidades de ejecución, y estará basada en la arquitectura Xe3. El bloque Hub integrará las controladoras de memoria, una NPU4 con más de 40 TOPs de potencia y cuatro núcleos CPU de consumo ultrabajo. Justo a su derecha estaría el bloque PCD, siglas de controlador de plataforma, donde irán componentes como el South Bridge, la controladora de imagen, el subsistema PCIe y el motor de seguridad.
El bloque más grande será el de computación, que es donde estarán integrados los núcleos de la CPU y la caché L3. Intel Nova Lake-S tendrá dos bloques de computación interconectados, un diseño que recuerda al que utiliza AMD en sus Ryzen 9, donde tenemos dos chiplets CPU interconectados, cada uno con sus propios recursos.
Cada tile de computación tendrá 8 núcleos P y 16 núcleos E, lo que nos deja un total de 16 núcleos P y 32 núcleos E si sumamos ambos bloques, es decir, 48 núcleos. Si a esto sumamos los 4 núcleos de consumo ultrabajo que estarán integrados en el bloque Hub, donde irán también la NPU y las controladoras de memoria, tenemos un total de 52 núcleos.
En cada bloque de computación se integrarán 144 MB de caché L3, lo que nos deja un total de 288 MB de caché L3. Es una cantidad espectacular, sin embargo, cada bloque de caché L3 solo será accesible por los núcleos integrados en cada bloque, lo mismo que ocurre con los Ryzen 9 que tienen dos chiplets CPU.
Es muy pronto para anticipar cómo afectará esto al rendimiento. En el caso de AMD, cuando ejecutamos aplicaciones con una alta dependencia de la caché L3, sus procesadores con caché 3D suelen centralizar toda la carga de trabajo en la unidad CCD que tiene la caché extra, y pasan completamente de la segunda unidad CCD.
Puede que Intel adopte esa misma estrategia, o que implemente las medidas necesarias y los ajustes a nivel de drivers para que las cargas de trabajo puedan ejecutarse de forma óptima en ambos bloques de computación. Esto sería lo ideal, ya que permitiría distribuir mejor la carga de trabajo entre esos bloques de núcleos, y se podrían aprovechar los 288 MB de caché L3.
Hasta un 20% más de rendimiento en monohilo, y un 45% más de rendimiento en juegos
Intel Nova Lake-S va a estar disponible en dos grandes versiones: una con mucha caché L3 y otra con una cantidad de caché L3 estándar. Las versiones sin esa gran cantidad de caché L3 ofrecerán una mejora de rendimiento monohilo del 16% frente a Intel Arrow Lake-S, mientras que las versiones con una gran cantidad de caché L3 mejorarán el rendimiento monohilo hasta en un 20%.
Ya sabéis que los juegos son las aplicaciones que más se benefician de tener una caché L3 de gran capacidad, y según los primeros datos de rendimiento que tenemos Intel Nova Lake-S en su versión con 144 MB de L3 por bloque CPU mejorará hasta en un 45% el rendimiento en juegos frente a Intel Arrow Lake-S.
Las versiones sin esa gran cantidad de caché rendirán entre un 10% y un 15% mejor en juegos que Intel Arrow Lake-S, un dato mucho más discreto y menos interesante. Con todo, es acertado que Intel esté apostando por esa especialización para mejorar el rendimiento en juegos, y que haya decidido hacerlo a través de la caché L3, y no tirando de frecuencias muy elevadas y consumos nada buenos.
En cuanto al rendimiento multihilo, el tope de gama de Intel Nova Lake-S configurado con 52 núcleos fue capaz de superar hasta en un 80% al Intel Core Ultra 9 285K, un procesador que tiene 24 núcleos.
Optimización para conseguir más rendimiento en juegos
Tener muchos núcleos es importante, pero la optimización es clave para que estos se utilicen de forma inteligente, ya que de lo contrario el rendimiento podría no estar a la altura de lo esperado. Intel lo sabe, y por eso el gigante del chip estaría trabajando en una nueva versión de su software Intel APO, que contaría con optimizaciones específicas para conseguir entre un 15% y un 25% más de rendimiento en juegos.
Ya vimos con la versión original de Intel APO que es una propuesta interesante, pero que dar soporte a un software de este tipo no es nada sencillo, y que ese es precisamente su talón de Aquiles. Si Intel decide lanzar esa nueva versión para Nova Lake-S tendrá que hacer las cosas mucho mejor a nivel de soporte, y debería lanzarla cuando cuente con una cantidad considerable de títulos compatibles para que realmente resulte atractiva.
Configuraciones y fecha de lanzamiento
La versión tope de gama de Intel Nova Lake-S tendrá 52 núcleos y 288 MB de caché L3. El modelo premium para gaming estará equipado con un único bloque CPU (8 + 16 + 4 núcleos), lo que significa que tendrá 28 núcleos y 144 MB de caché L3, más que suficiente para ofrecer un rendimiento óptimo en cualquier juego.
Ese modelo premium para gaming tendrá una versión que mantendrá los 28 núcleos, pero que reducirá la caché L3 a 36 MB. Su rendimiento en juegos será mucho más bajo, pero mantendrá un alto rendimiento en aplicaciones multihilo. El TDP de los modelos más potentes será de entre 150 y 250 vatios.
También veremos modelos configurados con 16 núcleos y 18 MB de caché L3, y con 8 núcleos y 12 MB de L3. Todos ellos tendrán cosas muy importantes en común:
- Utilizarán el nodo Intel 18A o el de 2 nm de TSMC en el bloque CPU.
- Tendrán una iGPU Intel Xe3.
- Contarán con una NPU4 de Intel, compatible con Copilot+ de Microsoft.
- Dispondrán de 32 líneas PCIe Gen5 y 16 líneas PCIe Gen4.
Se espera que los procesadores Intel Nova Lake-S sean presentados en 2026, y que su lanzamiento se produzca a finales de ese mismo año. Su rival será Zen 6 de AMD.
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